Aunque no tenga la garra de Arde el mar, el maestro sigue conservando esa imaginación que hace que cada verso nos sorprenda:
no podría quejarme de morir / si muriera en el vientre de tu espuma, / cuando el viento del alba es un paypay.
Rapsodia. Pere Gimferrer. Ed. Seix Barral. Barcelona. 2011.