En este interesante panfleto, Gerchunoff arremete contra el uso indiscriminado de la palabra fascismo que estamos viviendo estos últimos años.
Aprovecha para volver a aclarar el error del poema del falso Brecht ("Primero se llevaron a los judíos, pero no me importó..."), que en realidad fue creado por un pastor protestante,
exnazi para más inri, como detalle siniestro, para profundizar en este pensamiento de orígenes cristianos, según el cual todos somos culpables, aunque solo sea por omisión. Una equivalencia, para él intolerable, entre víctimas y verdugos.
El texto no solo es interesante por este detalle, sino por el análisis filosófico que hace de una visión de la historia como ficción, es decir,
poseedora de una lógica narrativa que podemos cambiar a nuestro gusto. El ensayito, aparte de muy oportuno, es ameno y recomendable.
Un detalle siniestro en el uso de la palabra fascismo. Santiago Gerchunoff.