Interesante última obra de Wolfe. Es de agradecer que alguien ponga negro sobre blanco lo que en realidad es la "teoría" evolucionista de Darwin,
y los entresijos de su "invención", con multitud de antecedentes (entre ellos, por cierto, un español, Feliz de Azara). La teoría no tiene demasiado sentido
por si sola hasta la síntesis posterior gracias al conocimiento de los trabajos de genética de Mendel, que, esos sí, eran más epistheme que logos. Y su teoría de los trinos
en el desarrollo del lenguaje, un "cuento de así fue" a la Kipling.
La otra parte es la crítica a Chomsky y sus numerosas hipótesis sobre el lenguaje innato, que fue matizando o, directamernte retirando, aunque, por su prestigio,
labrado más por méritos políticos que científicos, hiciera que fuera y siga siendo el pope de la genealogía lingüística.
Como crítica, a veces un poco superficial o no bien documentado. Por ejemplo, alquien le debía haber contado a Wolfe que el verdadero último bastión de la República en la Guerra Civil Española fue Madrid,
no Barcelona.
El reino del lenguaje. Tom Wolfe.